Por que las personas con virtud en algún momento se volverán narcisistas en su virtud y buscarán replicarla en otros individuos, si tiene éxito a su vez en otros individuos, formandose una capa de cristal que es frágil a las banalidades de lo superfluo. De pronto todo lo vil se queda debajo y lo que alguna vez fue medianamente puro ahora se corta en la superficie y separa y polariza entre dos entidades absolutas.
Por el contrario si se busca una persona que en su naturaleza gobierne por ambición, pronto se verá en la necesidad de buscar la virtud y así equilibrar un poco la balanza en su existencia y su alrededor. La ambición el vicio los placeres son alicientes exquisitos, que cualquier persona no evolucionada o estancada en sus instintos más bajos es fácilmente manipulable, pues con la cantidad adecuada de dirección podrán crear un patriarca que gobierne con los mismos principios en su casta, teniendo acceso a todos los placeres carnales siempre y cuando obedezcan las reglas primordiales.
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